1. La solidaridad de la Iglesia con las familias víctimas de situaciones de violencia que traen consigo el miedo y la muerte.
2. Nuestra preocupación por el crecimiento de la corrupción y sus secuelas en las instituciones creadas para defender y garantizar los derechos de las personas.
3. Nuestra indignación porque se evidencia un poder que genera miedo, silencio cómplice e intriga.
4. Nuestro compromiso de apoyar a quienes trabajan por encontrar la verdad y la responsabilidad de quienes actúan de manera criminal y despiadada. Así mismo acompañar a los que trabajan para saber qué mecanismos operan esas decisiones y en qué niveles de responsabilidad se encuentran.
5. Valoramos la respuesta del Estado Peruano para investigar los hechos ocurridos, desde un trabajo intersectorial y articulado, sin dejar de manifestar el descrédito de las instituciones que no ayudaron a nuestra región y a su gente.
Por lo expresado, hacemos el llamado:
1. Al Estado peruano, para que a través de sus instituciones tutelares, realice una profunda investigación que permita conocer la verdad de lo sucedido, identificando las responsabilidades individuales de quienes cometieron delitos e inclusive de instituciones que lo permitieron.
2. A la sociedad, a trabajar por la paz y la justicia, con la verdad y la honestidad, donde la persona humana sea el centro y el fin supremo.
3. A los políticos y candidatos que participarán en el próximo proceso electoral, para que tengan en cuenta la ética y el bien común y se comprometan a servir y no servirse de un cargo o responsabilidad pública.
4. A los medios de comunicación, que comuniquen vida y esperanza y contribuyan con informaciones veraces que ayuden a encontrar la verdad.
5. A los católicos y hombres y mujeres de buena voluntad a afirmar nuestro compromiso a favor de la vida y la verdad.
Nos toca asumir el compromiso de trabajar juntos en la recuperación de la esperanza de nuestro pueblo a fin de seguir construyendo, desde Ancash, una nación fuerte, justa, fraterna y solidaria.
Chimbote, 21 de mayo de 2014
Mons. Ángel Francisco Simón Piorno
Obispo de la Diócesis de Chimbote
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