El Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (IDEHPUCP) brinda un especial saludo y reconocimiento a la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) por sus primeras tres décadas de trabajo a favor de los derechos fundamentales de las personas en nuestro país.
Nacida en medio del conflicto armado interno, la CNDDHH fue una institución fundamental para la defensa de los derechos humanos en un contexto especialmente difícil para nuestra patria. Desde su fundación, zanjó claramente con las organizaciones de fachada de Sendero Luminoso y el MRTA, condenó sin ambigüedades las acciones realizadas por estas organizaciones e impulsó en el exterior la vigilancia y condena a las actividades de estos grupos, en momentos en que la comunidad internacional aún no adquiría clara conciencia sobre las particularidades del proceso de violencia que afrontaba nuestro país.
Asimismo, la Coordinadora no dejó de denunciar los abusos y violaciones a los derechos humanos cometidas por agentes del Estado, labor que le valió amenazas e incluso el amedrentamiento a varios activistas en todo el país. También impulsó una campaña a favor de los ciudadanos inocentes condenados por terrorismo, así como de los desaparecidos a causa del conflicto armado vivido en nuestro país. Su labor, en aquellos años difíciles, fue especialmente reconocida por la Comisión de la Verdad y Reconciliación, grupo de trabajo a la que la CNDDHH brindó su concurso y apoyo y cuyo Informe Final ha sido difundido y defendido por esta institución, que además vigila el cumplimiento de sus recomendaciones.
Esta institución cumplió un rol fundamental para la defensa de la democracia, al oponerse desde el primer día al golpe de Estado ejecutado el 5 de abril de 1992, así como a los abusos cometidos desde el poder durante el periodo en que el país fue gobernado por un gobierno autoritario. La Coordinadora participó activamente en la Mesa de Diálogo convocada por la Organización de Estados Americanos en 2000, que fue la base de la agenda de la transición democrática que encabezó, por 8 meses, el presidente Valentín Paniagua.
Durante los últimos años, junto con las tareas derivadas del legado del periodo de violencia, la CNDDHH ha trabajado especialmente en la defensa de grupos vulnerables (mujeres, pueblos indígenas, personas con discapacidad, comunidad LGTB), en torno a la defensa del medio ambiente y de los derechos laborales, así como frente a las violaciones a derechos humanos ocurridas en contextos de conflictos sociales.
Esta labor no sería posible sin el apoyo de las organizaciones que integran la Coordinadora, sus colaboradores y, sobre todo, sin la decidida actuación de cada una de las personas que ha ejercido su Secretaría Ejecutiva, principal órgano de vocería y representación de esta institución.
Por estas razones, el IDEHPUCP felicita a la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos y alienta a que continúe su labor en defensa de los derechos de todos los peruanos.
Lima, 23 de enero de 2015
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