Queridos hermanos y hermanas de Puno, Cuzco, Tacna, Cajamarca. Les escribimos esta carta primero para saludarles y al mismo tiempo invitarles a la reflexión y acción.
1.- UNA REALIDAD QUE DUELE:
Estamos en un momento crítico de la historia por el acceso y calidad del agua para el consumo de la familia, para las actividades agropecuarias, turísticas y económicas, especialmente asegurar el agua para las futuras generaciones. Nosotros reunidos hemos constatado los siguientes rasgos de esta realidad:
Ø Se ha incrementado en cantidad e intensidad los conflictos sociales y en su mayoría son medio ambientales como es el caso de Espinar, Puno, Cajamarca. Esta realidad esta haciendo sufrir a mucha gente.
Ø Es muy débil nuestra reflexión sobre el rol de la minería en un modelo de desarrollo humano e integral. Nuestros hermanos y hermanas nos dicen que la presencia de la minería en nuestros pueblos ha cambiado los modos de vida, los dueños de la mina son los nuevos grupos de poder con prácticas de clientelismo político, la pobreza ha crecido, aumenta el tráfico de tierras y el tráfico humano, se ha agudizado la inequidad entre el varón y la mujer.
Ø Somos consientes que el deterioro de los recursos naturales tiene diversas causas como: los residuos sólidos, aguas residuales, la tala de árboles, los pasivos ambientales mineros, etc. Frente a esta realidad las autoridades e instituciones competentes hacen poco para resolver.
Ø Más del 80% del agua dulce está contaminada, como por ejemplo por el uso de cianuro y mercurio en la actividad de la minería irresponsable. La mayoría de las actividades mineras operan en las cabeceras de cuencas.
Ø A pesar de tener nuevas leyes y nuevas autoridades el rol del estado y las políticas públicas aún están débiles, en algunos casos ausentes de un modelo de desarrollo integral y sostenible que cuide los recursos naturales para las futuras generaciones.
Ø El conocimiento y las buenas prácticas del cuidado del medio ambiente en nuestra población se están debilitando y el acceso a la información es débil.
Ø Complican la realidad los efectos del calentamiento global y cambio climático, provocando cambios en la naturaleza y escasez del agua.
Ø Nuestros pueblos durante estos años viene insistiendo con más fuerza por la defensa de los recursos naturales y exigiendo el derecho a consulta libre y consentida.
2.- REFLEXIÓN TEOLÓGICA
“He visto la humillación de mi pueblo… y he escuchado sus gritos cuando lo maltrataban…” (Ex.3, 7). Esta es la realidad que está viviendo el pueblo de Dios, reflejada en la crisis ecológica, pobreza e injusticia. “Toda la creación esta dolida” (Romanos 8,22). Ante esta realidad todo el pueblo debe involucrarse y los que compartimos la fé en el Dios de la vida y liberador tenemos razones profundas para enfocar estos problemas desde nuestra fé.
La sagrada escritura nos presenta a un Dios creador, que cuida todas las cosas como un conjunto ordenado y bello, lleno de vida y dignidad. Los seres humanos somos responsables de la co-creación; para el cuidado, y no dueños y señores de la creación de Dios. (Génesis 2,16)
Agua y tierra - opción de vida.
“Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Juan 10,10). Por ello debemos cuidar la vida en todas sus formas: vegetal, animal y sobre todo, la vida humana. Recordamos en el Cántico de las Criaturas, de San Francisco de Asís, “la hermana agua”, que está sufriendo y exige justicia.
Agua, tierra, aire - sujeto de derechos
En la práctica de nuestros pueblos andinos la tierra, el agua y el aire asumen la condición de sujeto de derechos en la perspectiva de la ecología profunda. La invocación de la Pachamama está acompañada de la exigencia de su respeto, que se traduce en la regla ética del bien de todo lo viviente, y lo no viviente entre los que existe complementariedad y equilibrio.
Todos estamos en la tierra, somos parte de ella y es vital para nuestra existencia. Por ello toda persona, comunidad, pueblo o nacionalidad podrá exigir el cumplimiento de los derechos de la naturaleza.
El Agua es un derecho humano.
El acceso en cantidad y calidad al agua es un derecho humano universal fundamental (ONU, 28 de julio de 2010), requisito para la satisfacción de los demás derechos fundamentales, destinado a satisfacer las necesidades de todos los seres vivos. El agua es un derecho y no una mercancía.
Responsabilidad ciudadana
Sin justicia no hay paz; sin justicia no hay reconciliación. En nuestros pueblos la injusticia se manifiesta por la falta de acceso duradero al agua y a la tierra de las familias para preservar la vida, sus actividades productivas.
Es nuestra responsabilidad ciudadana por estar al cuidado de nuestros hermanos y hermanas que sufren en esta realidad. Dios nos pregunta “Dónde está tu hermano” (Génesis 4,9-10); cómo estamos atendiendo al sediento, hambriento. . . (Mateo 25).
3.- NUESTRO ACTUAR
Por todo esto queridos hermanos y hermanas les invitamos a desarrollar acciones conjuntas como:
Ø Poner como centro de nuestro compromiso y reflexión la defensa de los recursos naturales, especialmente el agua, tierra y aire. Este compromiso debe partir desde la casa, la organización y nuestro pueblo.
Ø Busquemos junto a nuestro pueblo, redes sociales y otros, propuestas alternativas en políticas públicas como: la declaración del agua como derecho humano; prohibición del uso de cianuro y mercurio en las actividades mineras; prohibición de las actividades mineras en cabeceras de cuenca; fondo nacional para la remediación de los pasivos ambientales mineros, etc.
Ø Apoyemos las acciones en defensa de los recursos naturales como la marcha por el agua, como momentos de sensibilización e incidencia.
Ø Les invitamos a promover nuevos liderazgos y fortalecer nuestro Movimiento ISAÍAS para ejercer nuestro rol profético, de tomar postura por los principales hechos de la realidad y acompañar a nuestro pueblo.
Ø Que nuestro Dios de la vida y nuestra Pachamama nos cuiden en nuestro trabajo.
Firman tus hermanos y hermanas participantes del taller de Recursos Naturales y Medio Ambiente, reunidos en Kokan Juliaca, 13 - 16 de marzo del 2012.
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